Jeidi - Isabel M. Bustos

Páginas: 171
Género: Contemporánea
Año de publicación: 2018

No se llama Jeidi, pero así le dicen porque vive sola con su abuelo y sus animales en la punta del cerro. Tiene once años y dos amigos, Vicki y Ariel, por casualidad, por obligación y desde siempre; son los únicos alumnos del cuarto nivel. Es 1986, por las tardes los adultos sacan sillas a la única calle de Villa Prat y miran pasar la vida, mientras los niños ven "Terminator" o pescan en el riachuelo. Jeidi parece vivir en un planeta paralelo donde se comunica con un Dios extraño, caprichoso y con malas pulgas. Y lo que le ocurra a esta niña cándida, huérfana y no muy pilla va a cambiar el destino de su pueblo, o tal vez solamente el suyo

  El libro comienza con la pequeña Ángela, apodada Jeidi por vivir sola con su abuelo, jugando con sus amigos, como una niña normal de once años. Es muy religiosa y, esa noche, sueña que se le aparece el espíritu santo. A la mañana siguiente ya nota síntomas de su embarazo milagroso. Así, pondrá patas arriba el pueblo de Villa Prat.

  Al ser un libro chileno, me ha costado conectar por las palabras típicas de allí, al final ya sabía qué era cada cosa, pero al principio iba algo perdida con la jerga. Es un libro entretenido y, en algunos puntos, divertido. Se ve bien reflejado cómo es la gente de pueblo, lo supersticiosos que son y, en algunos puntos del libro, incultos. La trama se va desarrollando hacia un desenlace que uno va sospechando y un final que, para mí, podría haber sido algo mejor pero tiene su cierta gracia.

  Los personajes están muy marcados y, para mí, la mejor es la amiga Vicky, pero todos tienen su carácter, bien definidos. Jeidi llega un punto que me pone nerviosa, pero dentro de su personaje es normal que sea así.

  En resumen, me ha gustado, lo he leído en una tarde y ha resultado entretenido, de escritura ágil y divertida, perfecto para una tarde de sofá y manta.