Partiendo de la base de que se trata de un género que suelo leer poco (no por nada especial, simplemente la novela histórica pocas veces ha llegado a mis manos o pocas veces he posado mis manos sobre ella, tampoco por falta de interés, creo sinceramente que es un género necesario y básico) he decir que, a grandes rasgos, se trata de un libro muy completo. Pero tiene, para mi gusto, alguna que otra pega que, intentando no desvelar nada, os comentaré a continuación. Puede que con los años me haya vuelto demasiado crítica, o exquisita, pero hay ciertos detalles que me parecen que ya están demasiado exprimidos, demasiados tópicos o acciones repetitivas ( que se hacen pesadas a lo largo de más de setecientas páginas). Antes de entrar en más detalle, he de comentaros que la lectura no es ni ágil ni tediosa (aunque en algunos tramos me lo ha parecido), puede que se os haga larga, pero precisamente por lo que he dicho anteriormente: acciones repetitivas. 

A partir de aquí intentaré escribir con más detalle las cosas que no me han gustado, y probablemente mencione hechos que para algunxs os puedan parecer spoilers, así que es preferible que si queréis evitarlos dejéis de leer hasta después del aviso.

*posible spoiler*

De los hechos que no me han gustado y que me han alargado en exceso esta novela destaca que el protagonista es como una especie de James Bond templario. Esa necesidad que tiene el autor de emparejarlo con toda mujer que se ponga por delante me ha sacado de mis casillas. ¿No se supone que estamos en 1300? En esa época las mujeres se guardaban muy mucho de acostarse con cualquiera, esto le resta credibilidad porque en las descripciones estas mujeres se entregan como si no fuese la primera vez, con cierto descaro propio de una película de los años setenta. No digo que no se hiciera, pero no le pasa al protagonista ni una, ni dos, ni tres veces. Puede ser todo lo atractivo que quiera, pero dudo mucho que existiera tal liberación sexual. Igual pensáis que exagero un poco, pero es algo que no me ha gustado en absoluto. Ojo, no estoy en contra de las escenas de contenido sexual, es más, me parece que hay todavía autores que se autocensuran y estropean sus libros con sus descripciones torpes o nulas al respecto. Y aquí el señor Roa peca de repetitivo incluso en estos momentos. Y por supuesto todas las mujeres que se acuestan con él son de pechos generosos, tersos y perfectos, de glúteos y caderas contundentes. ¿Hacía falta tanta mujer en la historia amorosa de este señor? No. leyendo el final y conociendo lo que sucede, no. Bastaría con dos. Y si me apuráis, con una. Pero eh, ¿quién soy yo para negarle el placer de la carne a Blasco de Exea? 

*Fin de posible spoiler*

Otra cosa que me ha cansado es la venganza en sí. Se hace eterna, bien podría haberse resumido a la mitad sin meter tanta tralla con acontecimientos históricos supuestamente verídicos. Sí, le da un toque genial el hecho de que mencione ciudades y pueblos reales (algunos de los cuales he tenido la suerte de conocer en persona), pero meter tanta carga histórica que no aporta nada de interés a la trama ralentiza el desarrollo de la misma. Pierdes el hilo, deja de enganchar y no tienes ganas de continuar con la lectura. Obviamente que me haya pasado a mí no significa que os vaya a pasar (o haya pasado) a vosotros, pero es una lástima que sea un bucle constante de repetición (como yo en esta reseña) porque tiene todos los ingredientes para triunfar, y me parece que no lo ha hecho como esperaban, por muchos premios que se haya llevado. 

Conclusión, lo recomiendo para todos aquellos que son unos apasionados de la novela histórica (probablemente disfruten más que yo de su lectura), las descripciones de los lugares, de las batallas y demás están bien. Puede que se llegue a empatizar con el protagonista, el argumento está muy bien, pero se hace muy largo y cuenta poco que aporte realmente a la historia. Una lástima, porque si lo hubiese llevado por otro camino, sería un gran libro (por lo menos para mí).

3/5