La forma del agua - Guillermo del Toro (película)
Duración: 123 minutos
Género: Fantasía, romance, suspense
Año de publicación:2018
*Contiene spoilers
La forma del agua parte con la base de la confrontación
militar y espacial de la Guerra Fría. La primera en presentarse es Eliza (Sally
Hawkins), una mujer muda que trabaja como empleada de la limpieza en unas
instalaciones del gobierno, donde concretamente está escondido un laboratorio
secreto. Su vida es monótona, pero gracias a personajes secundarios como Giles
(Richard Jenkins) y Zelda (Octavia Spencer) esa monotonía es un poco más
llevadera. Todo da un giro para Eliza cuando descubre que han encerrado en un
tanque de dicho laboratorio a un hombre-anfibio (Doug Jones) que han capturado
en Sudamérica, donde los nativos lo consideraban un dios, y el cual posee unas características
físicas que podrían ser útiles para sobrevivir en el espacio. El coronel Richard
Strickland (Michael Shannon), al que podemos considerar el verdadero monstruo,
quiere experimentar con la criatura y para ello lo somete a brutales torturas
que aumentan la empatía del espectador por el hombre-anfibio. Como se intuye
desde el principio del filme, Eliza empieza a simpatizar con este ser; le pone discos de música jazz, lo alimenta con huevos cocidos e incluso le enseña algunas palabras en el lenguaje de signos (aquí es donde nos percatamos de que la criatura es
inteligente). Y así, día tras días, hasta el punto de que surge el amor entre
dos seres que solo pueden comunicarse mediante gestos.
La acción empieza cuando Eliza, junto a sus amigos (que son
todos unos incomprendidos sociales), deciden sacar a la criatura de los
laboratorios para dejarlo libre en el mar y evitar así que lo maten.
Como bien he leído en algunas webs, La forma del agua es un
cuento de hadas donde se pone sobre la mesa la fantasía, el amor y la idiosincrasia
de un momento histórico. El mayor peso de la película, desde mi punto de vista,
es la cantidad de crítica social que Guillermo del Toro plasma en cada uno de
sus personajes. La película está ambientada en Baltimore en 1962 y temas como
el racismo y la homofobia están muy presentes en toda la obra. En general, es
una crítica a nuestra postura, o intolerancia, sobre las cosas que son
diferentes a nosotros. Así es como se defiende un amor entre dos seres de
distinta especie que mantienen una “relación” en la que se llega a todo… a TO-DO.
A mí, particularmente, no me ha convencido la forma en la
que se ha llevado esa relación sentimental. Eliza siente que le necesita porque
la criatura no la ve como un ser humano incompleto (por ello de que es muda), y
por mucha pureza que se ha querido trasmitir en ambos personajes, lo que más he visto ha sido deseo por parte de ella. Habrá gente a la que le guste, y lo comprendo, pero conmigo no ha funcionado. Habría preferido una simple amistad, o que Eliza quisiera salvar a la criatura
solo porque empatiza con él y sabe lo que es sentirse diferente. Creo que algunos
se escudarán en la propia mitología, muchas son las historias de dioses que
cambian de forma para copular con humanos, y Guillermo del Toro ha querido
meterse en esas aguas de cabeza dando un triple salto mortal.
Hablando del resto de personajes, el coronel Richard
Strickland, que se corona como el villano, es asimismo una caricatura muy
acentuada del “American way of life” (tiene una familia que aparenta ser feliz
pero que no lo es, conduce un Cadillac y lee “El poder del pensamiento positivo”),
pero su papel no solo se basa en esa crítica, sino que rebasa los límites de lo
diabólico y nos ofrece escenas que pueden resultar muy aprensivas para públicos
sensibles.
En contraposición, también tenemos a Robert Hoffstetler (Michael Stuhlbarg), un
doctor que trabaja en las instalaciones y quien ayuda a rescatar a la criatura
dada la fascinación que le provoca. En él está muy presente la trama del
espionaje ruso, dado que él lo es, y está involucrado en un plan que
inicialmente trataba de robar la criatura para el gobierno ruso.
Uno de los que más me han gustado ha sido Giles, el vecino
de Eliza, que es pintor y con el que podemos palpar la homofobia que sufre en
ciertos momentos. Es un personaje divertido y con el que he empatizado mucho,
de lo mejor de la película.
Otro personaje que también me ha gustado ha sido Zelda, la
compañera de trabajo de Eliza, y en ella está muy presente también el tema del
racismo por ser negra. Es una mujer también muy graciosa, que pone de manifiesto el machismo
que sufre por parte de su marido (pese a que en esa época fuese habitual) pero
que no se amedrenta en ponerle los puntos sobre las íes.
Por último, hablar de la magnífica fotografía que tiene el
filme. Los colores oscuros predominan en toda la obra, donde los azules y los
verdes son los protagonistas en todo momento. Por momentos me recordaba al
estilo de las películas europeas, supongo que por influencia de la banda sonora,
y en otros momentos era como ver una película de cine negro. Como viene siendo
habitual en Guillermo del Toro, la estética está muy bien cuidada, siempre es
un placer ver sus películas. Quedan muy claras las referencias a películas
antiguas, cómics, al steampunk (sobre todo en el laboratorio) y a la visión tradicional
estadounidense. Durante casi toda la obra la imagen me ha recordado muchísimo a
El laberinto del Fauno.
La forma del agua me ha gustado en ciertos aspectos (tales
como la crítica social, lo bien construidos que están los personajes, la
estética, y el magnífico diseño de la criatura), pero en algunos otros no me ha convencido. Tenía muchas ganas de verla desde que la anunciaron el año pasado y debo admitir que me ha decepcionado. Entiendo que es cuestión de
gustos, el amor modula la trama más de lo que creía, y la forma en la
que está construido, hoy por hoy, no lo compro. Me entretuvo muchísimo más La cumbre escarlata con la maravillosa Jessica Chastain.
Aun así, si os gusta Guillermo del Toro, creo que deberíais darle una oportunidad… ¿quién sabe? Quizá estamos hablando de la mejor película del año según la Academia.
Aun así, si os gusta Guillermo del Toro, creo que deberíais darle una oportunidad… ¿quién sabe? Quizá estamos hablando de la mejor película del año según la Academia.
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