Hoy es un día para reivindicar y celebrar. Reivindicamos nuestros derechos, que todavía falta mucho para que exista la igualdad al 100%, y celebramos que estamos juntxs en esta lucha, que cada día más gente está concienciada y ganamos apoyo. Pero siguen existiendo personas que no entienden porqué se hace esta reivindicación: precisamente por esas personas tenemos que seguir luchando. ¿Para qué sirve protestar? ¿Para qué sirve hacer huelga y ganar visibilidad? Esas preguntas se las podrían hacer (si es que existiera un método) a mujeres como Jane Austen o Rosalía de Castro, a ver qué les hubiesen respondido, seguramente algo similar a esto: porque tenemos el mismo derecho que los hombres a ser reconocidas por nuestro trabajo y nuestro talento.
Pero este no es un artículo de crítica política (de esos estará saturado hoy internet a parte de que este no es un espacio para ello), esto va más allá. Como lo hicieron las feministas que pedían el derecho al voto hace más de cien años. Las trataron de locas, histéricas y, a pesar de esas opiniones (muchas veces vomitadas por mujeres) hoy en día tenemos que dar las gracias por la lucha que llevaron. Con esto quiero decir que debemos mantener una mente abierta, que muchas de nosotras disfrutemos de una casi plena igualdad no significa que todas lo hagan y es por eso que se debe mantener la lucha, para que no caiga en el olvido. Tal y como hicieron nuestrxs abuelxs para conseguir su derecho a una jubilación, o a tener unas vacaciones, ¿a que nadie está en contra de esto?
No debemos olvidar, pues, la labor de todas las mujeres del pasado ni denigrar las del presente, porque gracias a ellas (y a los hombres que nos apoyan) las próximas generaciones disfrutarán de un mundo con valores y principios igualitarios, lejos de las inseguridades, de las agresiones, de las injusticias y de la censura. Esta entrada no pretendía ser un tirón de orejas, sino todo lo contrario, quería que todas estuviésemos incluidas, incluso las que no creen en la causa o piensan que tiene otro fin.
Para concluir, me gustaría resaltar a algunas de esas mujeres que, a su manera, fueron pioneras, lucharon y dejaron un legado con un rayo de esperanza para el resto. No están todas las que deberían, pero tenía que destacar a algunas (dos de ellas ya las he mencionado anteriormente, pero lo voy a hacer de nuevo a continuación), y por orden cronológico. Tendréis el link hacia su biografía en clickando en sus nombres.
Jane Austen (1775-1817)
Rosalía de Castro (1839-1885)
Virginia Woolf (1882-1941)
Gabriela Mistral (1889-1957)
Agatha Christie (1890-1976)
Frida Kahlo (1907-1954)
Simone de Beauvoir (1908-1986)
Ana María Matute (1925-2014)
Isabel Allende (1942)
Chimamanda Ngozi Adichie (1977)
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